La 'nueva normalidad': mirando a la manera de trabajar del futuro

  • Opinión

Antonio Abellan ServiceNow

En España llevamos ya unas semanas en la fase de «nueva normalidad» que apuesta por ir levantando progresivamente las restricciones implantadas para hacer frente a la COVID-19 y empezar un progresivo plan de recuperación para nuestro país, tanto desde el punto de vista social como económico.

Tribuna de opinión de Antonio Abellán, Country Manager de ServiceNow Iberia

En este sentido, muchas compañías ya han puesto en marcha sus planes de progresiva vuelta a la normalidad, pero cabe preguntarse si realmente, después de meses en los que la forma de llevar a cabo las tareas profesionales ha cambiado tanto, la manera de trabajar de cada empresa volverá a ser igual a como era antes y si realmente nos interesa volver a ese modelo.

Transformación cultural, no digital

España entró en la fase de confinamiento hace unos meses, prácticamente de la noche a la mañana, y para muchas empresas, acostumbradas solo al trabajo en la oficina, surgió el gran reto de cómo adaptarse a esta nueva situación. Dudas y prejuicios empresariales sobre la importancia del trabajo presencial frente a la virtualización, sobre la imposibilidad de colaborar con los compañeros de forma remota, o el miedo a la falta de eficiencia en los procesos de trabajo: el mundo de la empresa estaba lleno de excusas sobre por qué no podíamos cambiar nuestra forma de trabajar.

Sin embargo, la pandemia se ha convertido en el catalizador para que todos consideremos lo que es importante, útil y significativo.

Muchos expertos hablan de que la transformación digital, puesta en marcha para acelerar los flujos de trabajo e impulsar la eficiencia, jugará un papel fundamental para la implantación de una nueva forma de trabajar. Pero, si lo analizamos más en profundidad, la tecnología por sí sola no es suficiente para la transformación empresarial. La verdadera clave está en las personas, porque la única manera de impulsar un cambio positivo y duradero pasa por la transformación cultural, donde los empleados y clientes están en el centro de cada decisión que tomamos.

Cómo debería ser la nueva normalidad

Muchas de las tecnologías necesarias para apoyar este cambio cultural ya están disponibles, y ayudan a simplificar los flujos de trabajo, hacer las tareas diarias menos rutinarias y más significativas para los empleados, al tiempo que permiten la creación de equipos que trabajan en remoto.

Aunque la crisis de la COVID-19 nos ha obligado a adaptar nuestro enfoque empresarial por supervivencia, seguramente muchas de estas nuevas tendencias tendrán un importante valor a largo plazo. Surgirá una nueva era de colaboración y creatividad a distancia, se reducirán los viajes de negocio y el aumento de las reuniones virtuales generará interacciones más fructíferas.

Esto no significa que las reuniones en persona desaparezcan, pero seremos capaces de encontrar un mejor equilibrio entre el contacto remoto y el personal. A través del trabajo a distancia, ahorraremos tiempo, seremos más eficientes y reduciremos nuestro impacto ambiental.

Habrá una mayor aceptación del trabajo flexible por parte de las empresas, lo que ayudará a eliminar los obstáculos para crear culturas de trabajo más diversas e inclusivas. El acceso físico a los lugares de trabajo para las personas con discapacidad no será un problema, y la distancia de la oficina ya no será un obstáculo para incorporar nuevo talento.

Muchos líderes empresariales tendrán que plantearse cómo permitir que sus empleados tengan un mejor equilibrio entre la vida profesional y la personal para atraer mejor talento en un mundo en el que lo realmente importante serán los resultados y no el horario de trabajo o estar presente en la oficina.

También las oficinas cambiarán, ya que las empresas racionalizan sus espacios y se centran en crear mejores entornos para apoyar la productividad, la colaboración y la cultura de la empresa. En este momento, el impacto del coronavirus todavía no ha terminado y el énfasis sigue siendo salvar vidas y proteger la salud y el bienestar de los ciudadanos. Pero la transformación de las empresas ya ha empezado y no va a dar la vuelta atrás.

La tecnología permite acelerar la transformación digital que las empresas necesitan para responder a la pandemia de la COVID-19, pero no podemos perder de vista la perspectiva humana. Para ser eficientes y productivas las organizaciones necesitan asegurar que los directivos estén disponibles, ayudar a los empleados a manejar el impacto del trabajo en remoto y encontrar maneras de recrear las interacciones sociales que ocurren espontáneamente en los espacios de trabajo.

La tecnología debe trabajar al servicio de las personas, porque en definitiva es esto el objetivo del trabajo del futuro. Parecer que estamos ocupados, estar presentes en la oficina o acudir a todas las reuniones sólo por mostrar interés ya serán cosas del pasado. Los empleados de hoy en día deben ser recompensados de acuerdo con el valor que aportan a la empresa, no por el tiempo que dedican a su trabajo.

En definitiva, la introducción de estas tecnologías y estos cambios culturales se parece a la medicación que tomamos cuando estamos enfermos. Se trata de algo que al principio puede ser molesto o resultar amargo, pero que en el futuro será beneficioso para empresas y empleados.

 Antonio Abellán, Country Manager de ServiceNow Iberia

 

Más información 

Los procesos de transformación digital en los que están inmersos la mayoría de las empresas está afectando a la fuerza laboral, que está viendo cómo su puesto de trabajo se está transformando para hacerse cada vez más digital. Si quieres saber cómo está evolucionando el puesto de trabajo y de qué manera Servicenow ayuda a ganar en productividad, sólo tienes que consultar este enlace.